El poema “Ánsares de Menga” habla sobre los ánsares, aves cuyas plumas son comparadas con la nieve por ser blancas, que van a bañarse en el arroyo, representado como cristal (Menga). Tiene un estribillo que se repite en las tres primeras estrofas pero varía en las últimas dos, cargándose con el significado de cada una de ellas.
En la primera estrofa se pinta el cuadro, el ambiente. Describe a los pájaros yendo al arroyo y opone distintos estados del agua al hablar de la nieve y del agua como cristal.
En la segunda, compara a los ánsares con cisnes. Se nombra a una mujer, la cual demuestra su belleza al ser descrita como “Venus”. También demuestra ser humilde, de bajos recursos, al ser llamada “hija de Pascual”.
En la tercera estrofa se habla de la espuma. Esta es creada por las aves, que se meten al arroyo y mueven el agua.
La cuarta estrofa revela el nombre de la mujer, Minguilla. Ella, con el pelo trenzado, los sigue y se mete al arroyo con ellos. Su piel es tan blanca que es comparada con el marfil oriental. Esta vez el estribillo es distinto.
Finalmente, en la última estrofa dice que ella era delicada y el agua no se movía cuando ella metía sus pies en el arroyo. Se habla de “plata dando a plata”, marcando una conexión entre el cristal y la nieve, el arroyo, los ánsares y Minguilla.